La industria siderúrgica es el 5º mayor emisor de CO₂ del mundo, con estructuras frágiles sujetas a la corrosión durante 10 a 20 años. La viga compuesta elimina la corrosión, prolonga la durabilidad y reduce drásticamente las emisiones relacionadas con el mantenimiento y la sustitución. Esta alternativa sostenible es esencial para descarbonizar la construcción, y es más ligera, eficiente y duradera.